GERMÁN TALAVÁN

En estos días del descalabro de todos los sueños,cuando el horizonte que divisamos ni siquiera es futuro, os acompaño con 2 reflexiones que me agradaría que fueran más optimistas. ¡ Ánimo ,si es posible.                                                                                   Saló Oscuros días que cambiaron los claros amaneceres y nublaron nuestras vidas. Vuelta al invierno en plena primavera, descarrilamiento de todos los sueños, lo impensable en las fauces del monstruo. Retorno a la noche más aciaga, por noche y por larga; noche sin un cercano amanecer, larga noche sin final. Primavera en la flor del cerezo, Invierno gélido en mi corazón, alegría en el trino de los pájaros, pesadumbre por la soledad de las horas, angustia por la pérdida de los abrazos. Horizonte cerrado, sin niños, sin besos ni sonrisas, sin juegos, dormitando en el limbo de las ausencias, acuciado por la terrible soledad,

En estos días aciagos, cuando circula un virus  que ha trastocado la vida diaria de la humanidad, cuando cunde en el ser humano la mayor incertidumbre, cuando se han volatilizado todos los esquemas, os acompaño en el infortunio con dos poemas :  El primero de un cierto pesimismo y el segundo como un canto a la pureza que, sin duda, retornará.                                                                       Cantábrico De cara al sol que fenece observo el miedo del hombre; lo desconocido acecha, lo impensable sobrevino, la inquietud de la duda, el lado oscuro de la peste. El futuro se desliza por entre los dedos de los días. Lo que ayer fuera de acero, hoy ni siquiera se palpa. Adiós, proyectos labrados con la solidez del yunque. Voluble, inquieto, inseguro, cada día que comienza te despierta un negro augurio. Lo que fuera antaño fiesta, mortajas sin disimulo. Cambió el rolar del viento, la barca que fue serena se encrespa

Cantábrico Me mece el suave rumor de las hojas  que el viento envuelve, de los pasos indecisos sobre el mullido verdor, del azucarado sabor de lo añejo. Envidio no tener confianza en el pasado, desconocer el porvenir, angustiarme en el presente, no saber interpretar  la señal de los tiempos.                 Las Matas,19 de enero 2020                                                                                           Ria de Gernika ¡ Qué pena tan grande fue el  que a ti no te encontrara, estando como yo estuve tan cerquita de tu casa ¡ No quisiste abrir la puerta cuando el viento me llevaba: Esperabas otros ojos, otros pasos esperabas. Cuando volví la mirada, tu ventana cerró el viento, jugó el destino conmigo, me regaló el desaliento. Me alejé por la calleja que lleva hasta el camposanto, hinqué mi rodilla en tierra, en dura tierra llorando.    Las matas,22 de septiembre de 2.019