GERMÁN TALAVÁN

Con ocasión de estas fiestas navideñas, llenas de buenos deseos y esperanzas no siempre colmadas, cuelgo en este blog un poema de una Navidad de añoranza por el amor que fué y ya no está. ¡ Ojo!. El autor contaba en esas Navidades con la terrible edad de 19 añitos.¡ Quién los pillara! (Los próximos:73.)                                                                                                                                                                                                                                                                       Trogir                                                                       Llegará la Navidad, cantarán los arroyuelos, cantará el mozo en la choza, cantará en su casa el viejo. Pero yo no cantaré, ni amor sentiré en mi pecho, ni alegría, ni consuelo. Mi canción se fue tras ella en una noche de enero. Y fue por la Navidad, y fue por el año viejo, y fue en el lugar humilde cuna de mis bisabuelos.             

Os envío mi felicitación navideña con un poema de amor y estabilidad afectiva, adecuado para la ocasión. Felicidad completa a todos, dentro de lo posible.                                                                            Capilla Palatina de Carlomagno.(Aachen) Regálame el canto de la felicidad, acúname con la nana de la esperanza, cántame la canción del olvido; que no vuelva la vista atrás, que se borren las huellas del desamor, que jamás divise la negrura del odio. Acompáñame en la última ruta, concédeme el elixir de la serenidad, mírame cuando aparte la mirada; que tu aliento me asista cuando esté cansado, que tu palabra me reconforte, que seas mi asidero ante las dudas. Sopórtame en la incertidumbre, vigílame en la encrucijada, acaríciame en la serenidad; que tu mano sea mi báculo, que tu risa sea mi consuelo, que tu mirada sea la última imagen que contemple.                Las Matas-Madrid 27-28 de agosto 2.019

                                                                                                                         Gran San Bernardo Recorriendo caminos ya trillados, perdiendo la herrumbre en el camino, soñando en espacios distanciados, hablando del destino. Y esperas amenazas de mazazos morales, pero no percibidos, y vuelves con el canto en la cartera, sin apenas suspiro... Porque el hilo que ata la amargura puede romper un día y piensas que es otro a quien persigue la cuenta de la herida. Y, así, soñando, y engañando al ego, intentas resurgir para, otra vez, camino del abismo, empezar a  sufrir .                   1980

Aprovechando la recuperación de una operación quirúrgica, en esta desabrida mañana de otoño-invierno, escribí este poema, que subo al blogg  sin que antes nadie haya leido. Os agradecería cualquier comentario,positivo o negativo.                                                         Erguila(Siria) Sonetos en el vacío perturban la noche hueca, alborada de penumbras por el corazón penetra, la luz deshace los sueños, sueños de niños y aldeas. En la mente permanece constante y frio el recuerdo de los juegos inocentes, de los niños que antes fuimos, de la imagen que se pierde. Oculto tras los cristales del tiempo que se esfumó, viendo pasar el cortejo de la belleza perdida, añoranza de praderas, último soplo del día. Lejanas simas del alba, de la fuente que porfía, del ruiseñor que te canta, del corazón que latía con sones de amor eterno. Que vuelva el canto a la vida.                                                          

                                                                                       “Entre sueños por la noche                                                                                                busqué a la amada de mi alma                                                                       y no la hallé”. Veces de llorar por ti. Caminos para andar solo. Versos sin alma y sin forma, y tú no estás. Retuerces mi corazón en ecos de arte sin fondo. Ni suspiras, ni preguntas: ¡No oigo tu voz! Jamás sabré cuántos labios tu nombre pronunciarán, no sabré decir siquiera quién eres tú. Hálito, despeñadero, zarza de dulces quimeras, inquietud. Mis fiebres me han de llevar a esculpir con fuego un día tu nombre de amor sin tino: Mi delirio. Pero, ¿qué me servirá pensar y pensar en ti? ¿Y si no existes? ¿Verdad? Ilusión.                                                                                             Madrid, 23 de

Exprimiendo los últimos rayos de sol de este otoño que expira, que se desliza por entre los dedos de lo que fue un gozoso estío pleno de luz. En la espera de los tiempos de la eterna penumbra, con la ilusión de poder asimilar algún esporádico esbozo de luz que se abra entre las nubes del desaliento… -Con las alforjas mediadas de la ténue esperanza de lo que antaño fuera plenitud. -Auscultando la larga travesía por el oscuro del invierno del pesimismo. Gozando de la benéfica acción del “sol del membrillo” sobre el rostro. Incierto el camino,insegura la penumbra, asido al sonido de la música griega, temiendo el ruido de los goznes al cerrarse sobre el aprisco… En la lejanía, una pequeña luz parpadea en la cabaña. Madrid, 25 de octubre 2.018

   Hoy me operan de una hernia. Paso a entregar una poesía escrita en este mismo mes de hace sólo 53 años. Seguiremos después de la operación.                                                                                                          El Oráculo de Delfos Yo pensaba contar las estrellas en las noches de luna y de paz y escuchar el sonido del grillo rompiendo en la noche del alma el cristal. Yo quería rondar a tu puerta y esperar tu imagen por fin asomar y aspirar el olor de la brisa, caminando contigo a la par. Esperaba con ansia el verano para estar contigo y poderte amar. Pero ya los grillos no quieren cantar, ni tu cuerpo asoma a la ventana, ni se aspira el olor de la brisa, ni verano habrá. Diciembre de 1966