INOCENTES AUREOLAS
Inocentes aureolas sobre el pavimento del abismo cruel del despertar, angustias nunca asumidas por los espíritus de la impostada pureza, voces enlatadas anunciando un nuevo orden del universo, el futuro, borrado de la faz de la tierra, se enmarca en los torreones de los agoreros. Los pregoneros del terror se pavonean de lo certero de sus oráculos, el ser humano se diluye en la lava de la incertidumbre, vaga sin rumbo por las esquinas del universo, abandona los arraigos de la tradición en busca de los asideros de la incongruencia, abomina del saber de los doctos escribas, perjura sobre el contenido de los códices de la antigüedad, desconfia de la eminencia de la ciencia verdadera, no busca respuesta, acepta el consuelo. Observando a su alrededor, se percata de la inmensidad de la inquietud, del infinito desasosiego, del oprobioso