IRÉ A VERTE
Portofino Iré a verte cómo lavas tus ropajes en el río, levantaré los secretos que esconden mis desvaríos, merodearé tras la sombra que ocupa mi pensamiento, no cejaré en tu cariño hasta perder el aliento. Recuerdo la blanca luna que iluminaba tu cara, tu cantarina sonrisa que al ruiseñor igualara, cómo soportaba el día el resplandor de tus ojos, cómo, ante ti, la alborada se postraría de hinojos. Cuando perdí tu mirada en aquel aciago día, sentí cómo la congoja el corazón me partía. Absorbí el negro veneno de la más profunda pena, no hallé consuelo ni alivio, sólo dolor y condena. Al fin, hoy, llegado el día de tan ansiado encuentro, bajando voy por la cuesta y ya percibo tu aliento. Desde lo alto del monte ya se divisa tu estela, allá, en la orilla del río, resplandece tu belleza. Dejaré at
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