SI YO TUVIERA EL DON....
Si
yo tuviera el don de acertar el camino,
si
alguna vez pensar pudiera
con
la calma profunda del saber verdadero
y
supiera qué verso pertenece al sendero
por
donde se cuela la tarde que olvida
los
pasos inciertos del devenir oscuro….
Si
supiera entender la curva de los astros
que
conforman la historia
de
los sueños ocultos.
¡
Ay si yo encontrara la salida tapiada
del
laberinto impío!
Poder
cruzar el puente sin miedo al descalabro,
sumergirme
en el río sin mojarme siquiera,
ver
en la espesa niebla una luz de esperanza…
Mientras
llega la calma, que, tal vez, sea la postrera,
contemplo
el nacimiento del sol cada mañana,
veo
pasar las horas sujetas a un suspiro,
absorbo
los olores que porta primavera,
puntual,
como siempre, a la orgía de colores.
Con
estos elementos y el amor que recibo,
vagando
voy tranquilo por la espaciosa orilla
del
lago de la vida donde descansa el alma
del
largo caminar que conformó mis días.
28 de marzo de 2021
Tenue sonrisa parpadea ante tus ojos,
envuelve
la luz de la tarde,
alimenta
los beatíficos sueños
de
la paz del alma,
sostiene
los equilibrios del universo.
Sonidos
difusos de la antigua melodía
penetran
bajo los puentes del pensamiento,
transportan
las notas del suave dolor,
del
involuntario olvido,
aparecen
los claros profundos entre la maleza,
vuelve
la quietud entre los escombros del escozor.
Tarde
de domingo en la paz de la somnolencia,
en
el perdurable olvido
de los tiempos pretéritos.
Columnas
que sostuvieron el andamiaje
de
aquellas otras tardes
plenas de risas, llantos y placeres hoy
perdidos.
Avanza
la sombra que lleva a la noche
de
los sueños inconclusos,
de
la dulce espera del resplandor,
de
la belleza del nacer de un nuevo día.
Vuelve
la noria de la vida
con
su motor monótono y frio.
Las Matas, 23 de agosto 2020
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