A MI MEJOR AMIGO ( en el recuerdo)

 

                                                                                               Monasterio de Veruela                                                                                                                                                                                                                                                        


Compañero de los tiempos de la plenitud:

La vida era nuestra, el camino sin trillar,

las fuentes para beber, las ansias para saciar,

el horizonte ancho y lejano, sin divisar el final. 

 

Gozamos todos los gozos, escanciamos todos los vinos,

reímos todas las risas, aspiramos las esencias,

recorrimos las tabernas sin errar en el camino

apurando los momentos de lo humano y lo divino.

 

Paramos en las posadas de la dulce ambrosía,

absorbimos el deslizar continuo de las horas,

la eterna última parada que no llega a enlazar

 con los ojos oscuros de la noche.

 

Te envolvió la tensa penumbra del abandono,

tu mirada fija, ojos abiertos, suplicantes,

me dijiste adiós asido a mi mano:

“Vente conmigo, odio la soledad, no quiero irme”

me suplicabas. No te hablé, solté tu mano

y te dejé marchar hacia la nada.

 

 

                     Las Matas, 12 de mayo de 2020




Bakio



 

Con la pureza perdida en el rincón de la noche,

anduve en fastos paganos que los arcanos esconden,

bebí del cristal oscuro de la juvenil belleza,

mezcla de sabor amargo y vino de la encomienda.

 

Visité los lupanares de la vera del camino,

brindé con todas las copas, escancié todos los vinos,

me envolvió la inconsistencia del susurro traicionero,

del canto de las sirenas, de los vapores añejos.

 

Andaba enhiesto en la tarde con cierta melancolía,

recordando otras fragancias, otras caricias del día.

Subir puertos, bajar cerros, conversar con la mañana,

traspasar montes y ríos, llegar a la noche amarga.

 

Tiempos de la extraña luna que acompaña al caminante,

saluda en cada posada, se esconde más adelante,

te muestra su blanca faz, desaparece el encanto,

despiertas solo y vacío en la alborada del llanto.

 

Las Matas ,23 de mayo de 2020

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