Desconozco los vientos


Aachen



Desconozco los vientos que transportan cadencias,

añoro las mañanas del suave verdor,

no acierto a abrir la puerta que guarda las esencias

de las horas felices del pasado esplendor.

 

Vivo tras los cristales de las horas perdidas,

contemplando los pasos que perdí en el camino.

Ocultando el pasado, va pasando la vida,

cada vez más estrecha, olvidando el olvido.

 

Me asfixio en la mañana de la falaz mentira

que arrebata lo puro que guarda el corazón.

No vale el confesor para curar la herida

que provoca el pecado que no admite perdón.

 

Si pudiera volver a la “Madre del Agua”

en las tardes de julio en feliz compañía

de aquellos veinte años y el croar de las ranas…

Media vida pasada, yo con gusto daría.

 

En Casar de Palomero, con el pensamiento, a 15 de julio de 2021 

 



                                                           Delta del Ebro


                                                         Transité por el recuerdo blanco

de la pulsera de seda en tus manos,

bellezas del paredón de las alondras

donde abrevaban los suspiros del amor.

 

Obtuve consuelo con sólo el sonido

del fluir del agua

 por la cascada de los deseos,

no conseguí ver mi rostro reflejado

en el cristal del recuerdo de los tiempos

de las dulces tardes de la feliz compaña.

 

Desgranábamos todas las sonrisas abiertas

al deslizarse lento de las ruedas

del molino de la idea.

 

Belleza en estado de suspensa melodía

de los claros sonidos del canto del embeleso,

ambición de tránsito por el suave atardecer

en el difuso perfil del ocaso dorado.

 

Vuelta por la suave pendiente de la alegría

del reencuentro al filo de la noche

con el amor tierno y dulce cual ambrosía

                                                         en los años de la eterna juventud.             

    Las Matas, 17 de mayo 2020

                                          

Comentarios

  1. El primero es musical y bello, ya que la pesadumbre inicial acaba con la luz que provoca el recuerdo. Pero el segundo he tenido que leerlo varias veces; me encatan las imágenes tan potentes que posee: bellezas del paredón de las alondras, mi rostro reflejado en el cristal del recuerdo de los tiempos, al deslizarse lento de las ruedas del molino de la idea, Belleza en estado de suspensa melodía, los claros sonidos del canto del embeleso...Gracias como siempre por tus versos. En cada lectura descubro algo nuevo, una emoción, una imagen, un ritmo...

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