CONTEMPLANDO EL TIEMPO QUE HUYÓ









                                                                                     San Andrés del Arroyo




 

Me piden concreción en torno a mi pasado,

penumbras de la historia pequeña de las cosas,

ráfagas de miradas de aquellos ojos puros,

suspiros en el viento de la inseguridad baldía,

miedo a cerrar los ojos sin alguien a mi lado.

 

Presto llega el verano de los catorce años,

descubres los sentidos, absorbes las caricias,

sin llegar a pensarlo, te asombran los relojes,

ves cómo pasa el tiempo sin parar un segundo,

contemplas con asombro el tic-tac de la vida.

 

Has de pasar el miedo a volar solitario,

entender otras formas, otros mundos diversos,

subirte en el andén del tren que nunca espera,

dejar volar la mente y acariciar poemas.

 

Llega la edad madura y es fría la mañana,

te frenan los escollos de la monotonía,

pendiente de las horas que atenazan la espera,

andar sin rumbo fijo, no encontrar la salida.

  

Sin darte cuenta apenas,

 llega la edad postrera.

Finalizan los días

 y no encuentras futuro.

Oteas el horizonte

y divisas la nada.

Sólo queda el pasado

 cargado de presagios,

alegrías y penas

del amor enjaulado.

 

Sentado en el balcón

de sol y nieve pura,

contemplo el bello ocaso

del día resplandeciente.

¡ Ojalá esta belleza

acompañe mis horas!

 

Las Matas,13 de enero de 2021 







                                                                                     Atardecer en Las Matas

Comentarios

  1. Ole, ole y ole. Me encanta. Sin palabras. No dejes nunca de regalarnos tus versos.

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  2. ¡Cuánta belleza, cuánta verdad y cuánto sentimiento hay en sus versos! Siento profunda admiración por la forma en la que Vd. describe el curso de la vida con las angustias y miedos compartidos con tanta precisión en sus versos. Gracias por compartir. Saludos afectuosos, Antonio.

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