SEGUNDOS, MINUTOS, DÍAS...
El amanecer, el nacer, el parir del día era mi único deseo. Y explayarme en el alba naciente, desprovisto de prejuicios y deseos. Para derrochar el ancho sentimiento sin rumbo, sin timón. Hasta conseguir escapar al precio del día del infierno. Que está aquí. Que lo sufrimos con cada partícula de aire que absorbemos sin llegar a intentarlo..Y vuelves a escribir por estos rincones del descontento sin impresiones fuertes que asumir pues lo más es simple. El precio, acabar.Y... eso lo intentas desdibujar un poco en cada cornisa del deseo.Para que no te desborde o te llene tan ampliamente que...digerir...
Brezier
Poitiers
Segundos,
minutos, horas, días…
sin
alma, sin contenido,
no
pasan, esperan, no corren,
te
miran: Quietud sin horizonte.
Amanece,
llega el oscuro,
la
tierra da vueltas:
Nada
se mueve.
El
futuro pende del filo de la esfera,
no
hay futuro, sólo la ausencia.
Cuando
se paró el reloj,
desaparecieron
los maestros del Kronos.
Huérfanos,
aparecíamos sin asidero
alguno
en la primavera.
La
mirada fija,
perdida
en un punto inexistente.
Se
borraron los sones de la rutina,
sólo
se escucha el trino, el cantar del agua,
pájaros
que desconocen la caída de la noche.
Bostezos,
susurros,
soledad
del naúfrago en su propia cueva,
cielo
sereno que no te consuela,
azul
de tonos neutros, sin alma,
elegía
de los amores que no volverán.
Tiempo
en suspenso. Eterno resquemor.
Infructuosa
espera de lo que nunca llega.
27 de marzo del año del coronavirus
Toulouse
Cahors
Las razones son tenues
y un tanto agonizantes.
Razones de vivir
sin esperanza
y no saber por qué.
Las razones se mezclan
en lo etéreo,
en la vida irreal.
Y piensas que no valen
tus razones
y quieres retornar.
Retorno de lo ya reconocido,
retorno por volver,
retorno por no ser
todo sabido,
retorno sin volver.
1980
Los dos poemas tienen cierta relación. Aunque parece que el segundo no guarda relación con el que se refiere a este momento de incertidumbre que estamos viviendo.
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